Destacados

Feb 15, 2025

-

6 min. de lectura

Un Cusco por explorar 

Machu Picchu, Ollantaytambo y Pisaq son solo algunos de los muchos sitios arqueológicos famosos que hacen del Cusco un destino invaluable. Sin embargo, un recorrido por rutas menos conocidas nos permite descubrir nuevas perspectivas de su cultura e historia. 

Raqchi 

A aproximadamente 120 kilómetros al sureste de Cusco, en el distrito de San Pedro de Cachas en la provincia de Canchis (una de las dos provincias que sostienen la montaña Vinicunca, o Montaña de siete colores), se encuentra el sitio de Raqchi. También conocido como el Templo de Wiracocha, se trata de una construcción incaica que destaca por su imponente estructura central: este gran volumen de adobe es uno de los ejemplos mejor conservados de la arquitectura de la época. 

Wiracocha era una de las deidades más importantes del Imperio Inca, y era considerado como “el creador de todas las cosas”. Raqchi, el templo dedicado a este dios imprescindible para la cosmovisión inca, incluye una impresionante estructura de pared única y varias terrazas agrícolas. El templo de Wiracocha, con su gran pared y columnas, es el punto focal del complejo.  

Ya que la visita puede ser larga, se recomienda llevar agua y protector solar (esto último, siempre, para cualquier caminata o visita). También es recomendable contratar un guía local profundizar en la historia y la arquitectura del lugar. 

Tipón 

Situado a unos 25 kilómetros del Cusco, este es un sitio arqueológico que se destaca por mostrar las terrazas agrícolas y sistemas de riego del Tahuantinsuyo. Tipón fue construido por los incas y es una muestra impresionante de su avanzada ingeniería. 

Una visita a Tipón implica acercarse a sus sofisticados sistemas de irrigación y acueductos, así como terrazas agrícolas en varios niveles, canales de agua que aún funcionan y estructuras ceremoniales y residenciales. Por su ubicación, Tipón también cuenta con una hermosa vista del valle de Cusco. 

Es recomendable llegar temprano en la mañana para evitar el sol del mediodía, y para poder continuar con otras visitas cercanas.  

Pikillacta 

A unos 32 kilómetros al sureste de Cusco, en la vía hacia el Parque Nacional del Manu y cerca del pueblo de Huaro (por donde se encuentra la hermosa Capilla de la Virgen Purificada de Canincunca), se ubica el Parque Arqueológico de Pikillacta. Este sitio fue una importante ciudad del Imperio Wari, anterior a los incas. La ciudadela preincaica destaca por sus bien preservadas estructuras de adobe y su compleja planificación urbana, que aún se revela en la serie de edificios y calles de sorprendente ingeniería. 

La cultura Wari floreció en los Andes centrales de Perú entre los años 600 y 1100 d.C., aproximadamente. Los wari tuvieron una influencia significativa en el desarrollo de la región andina; Pikillacta es uno de sus sitios más grandes, al cubrir un área de casi 2 kilómetros cuadrados. Esta escala masiva refleja la importancia y el poder de la cultura Wari en su apogeo. 

Ya que el sitio es bastante grande, se recomienda llevar suficiente agua y calzado adecuado para caminar largos trechos. 

Moray 

A 50 kilómetros al noroeste del Cusco, cerca del pueblo de Maras, se ubican estas místicas terrazas circulares. La historia y el propósito de Moray aún son un enigma, sin embargo, la evidencia sugiere que un segmento fue construído por una cultura anterior a los incas, en algún lugar entre los siglos VI y X. Los restos del complejo arqueológico que vemos hoy en día fueron creados por los incas entre los siglos XII y XIV. 

Las terrazas de Moray están dispuestas en forma de anfiteatro: se cree que se usaban para experimentos agrícolas y esta disposición les permitía estudiar los efectos de diferentes altitudes en el crecimiento de cultivos. El lugar es realmente fascinante: las terrazas circulares descienden en forma de espiral, creando microclimas —justamente, lo que permitía experimentar con diferentes cultivos—. 

Moray tiene un clima tropical de montaña y se encuentra a 3.500 metros sobre el nivel del mar. Preparar la cámara para capturar su paisaje único es imprescindible.  

Sabemos que un servicio excepcional es el principio fundamental de un viaje memorable. Por eso, Palacio del Inka, a Luxury Collection Hotel, Cusco, y Tambo del Inka, a Luxury Collection Resort & Spa, Valle Sagrado tienen a disposición un servicio de concierge. Se trata de un equipo experto en el destino, que puede ayudar a coordinar exploraciones y visitas, proveer más información sobre la ruta y facilitar tips que garanticen una experiencia inolvidable.